La profesora era muy buena, y muy simpática, así que pude tomar la lección relajadamente. Además, ella respondió detalladamente a mis preguntas y explicó mis dudas cariñosamente aunque fueran repentinas. Las lecciones fueron muy efectivas para mí porque puedo utilizar lo que me enseñó en mi trabajo ahora.

Las clases de japonés que tomé eran de pronunciación y de japonés para los negocios. La profesora era muy amable y me explicó claramente las cosas, y así pude mejorar mi pronunciación que antes había sido mi débil. Además de eso, aprendí muchas cosas útiles de ella como la cortesía para hablar con mis jefes en el trabajo, y eso me hizo mucha ilusión.

He aprendido varias palabras que no conocía antes, y creo que mi vocabulario ha mejorado. He podido aprender la pronunciación y la entonación, lo que me preocupaba. Creo que me ha ayudado mucho que la profesora me aconsejaba intensivamente sobre mis débiles de forma individual.

La profesora me enseñó en japonés de forma fácil de entender. Me alegra que haya preparado los documentos conforme a mis deseos. ¡Espero con impaciencia la próxima lección!